sábado, 25 de abril de 2009

PEHUAJO AGUA ARSÉNICO MARINA CAIVANO PROFUNDO ANALISIS DE LA CUESTION

Los riesgos del arsénico
Agua que no deberías

Entre otros argentinos, los pobladores de Pehuajó, Carlos Casares, Nueve de Julio, Trenque Lauquen y General Villegas, corren peligro de padecer graves males por consumir agua corriente con alto contenido de arsénico. Los gobiernos nacional, provincial y comunal han optado por minimizar el problema y mientras tanto las empresas encargadas del servicio, como la bonaerense ABSA, continúan cobrando por suministrar un producto tóxico que puede causar severas enfermedades a mediano y largo plazo.
Por Marina Caivano
Edición: Carlos Gassmann
María de los Ángeles Ruiz vive en Pehuajó y tiene 42 años. Desde hace ocho padece dolores tan fuertes en las articulaciones y los músculos que llegan a provocarle convulsiones. Al principio sintió un hormigueo en las extremidades. Luego ese adormecimiento se hizo más intenso y se transformó en ardor y calambres recurrentes… Sintió un dolor equivalente a estar parada sobre brasas que no se calmaba con ningún analgésico común. Se realizó estudios en el Centro Toxicológico del porteño Hospital Fernández y le diagnosticaron "polineuropatía de origen axonal", una enfermedad que sólo causa el arsénico. Una médica se está ocupando de que alguien se haga cargo del tratamiento porque María de los Ángeles no tiene obra social. "Los neurólogos del sistema público de salud –cuenta- son reacios a firmar porque tienen miedo de quedar involucrados en un problema legal. Yo voy al hospital de Pehuajó y me miran como a un bicho raro. Soy como una papa caliente a la que nadie quiere tocar".
Una mañana de octubre de 2006, Cristina Toledo, otra pehuajense de 42 años, quiso levantarse y no sintió las piernas. Desde hacía tiempo venía experimentando un hormigueo constante en las plantas de los pies, hinchazón en los tobillos y vómitos. Los médicos no daban en la tecla hasta que su doctora de cabecera le ordenó realizarse ciertos análisis. A los 15 días llegó el resultado de los estudios proveniente de Rosario: tenía una enfermedad incurable del tejido conectivo provocada por una intoxicación crónica con arsénico. Al tiempo, un toxicólogo le aseguró que su cuerpo, en pocos meses, había ido eliminando ese elemento nocivo. Pero un año después, en noviembre de 2007, Cristina volvió a padecer fuertes dolores. Viendo el primer análisis, otro profesional le dijo que corría peligro de muerte si no iniciaba de inmediato un tratamiento porque era "imposible" que su organismo hubiese eliminado semejante cantidad de arsénico. La artrosis ya le estaba impidiendo trabajar. A través de María de los Ángeles Ruiz tomó contacto con el Centro Toxicológico del Hospital Fernández. Le dijeron que el arsénico, o bien no se logra eliminar, o bien deja graves secuelas. La doctora Silvia Cortese le explicó que, aunque baje la concentración de arsénico, queda como rémora el agotamiento, la falta de oxígeno y una sangre enferma. Hoy Cristina Toledo está perdiendo motricidad por falta de fuerza en sus manos y padece una artrosis que le ha avanzado hasta la altura de la cervical.
A Cristina Frutos, en cambio, su médico de Pehuajó, consultado por sus dolores en la espalda, la cadera y la columna, le dijo que tenía cáncer de pulmón. Un neumónologo de Buenos Aires le sugirió otra posibilidad: "En la zona en que ustedes viven hay mucha gente que no sabe que el arsénico les endurece las coyunturas de los huesos y les destruye paulatinamente
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los tendones" y después un toxicólogo de Carlos Casares le confirmó que tenía un alto dosaje de arsénico en el cuerpo. Salvo tomar calmantes, nadie le dio un tratamiento para combatir los fuertes dolores. Apenas le prohibieron tomar agua de red o consumir alimentos elaborados con ese mismo líquido. "Un toxicólogo de Buenos Aires me solicita ahora que me haga análisis de las uñas, el pelo, la nuca, la sangre y la orina. Estos estudios se hacen en Buenos Aires y salen 80 pesos, más otros 80 pesos que me cobra el toxicólogo por la consulta, más los gastos del viaje… A veces me resulta imposible", relata apesadumbrada.
Desde hace más de una década se sabe que a los habitantes de Pehuajó, Carlos Casares y Nueve de Julio se les suministra agua corriente con valores de arsénico muy superiores a los permitidos. Este elemento químico suele estar presente en las aguas subterráneas y su origen es absolutamente natural (está ligado a procesos geoquímicas ocurridos hace 50 millones de años en la región por la actividad volcánica que acompañó la formación de la Cordillera de los Andes). No obstante, pese a su origen natural, la causa principal de la actual situación es el mal manejo de los recursos naturales.
Cientos de afectados deben viajar a Buenos Aires para tratarse de afecciones que van desde queratosis en la piel hasta artrosis o diversos tipos de cáncer. El "hidroarsenicismo crónico", contraído por años de exposición al arsénico, es tratado por toxicólogos del Hospital Fernández. Recientemente también se ha detectado en el agua que expende ABSA (Aguas Bonaerenses S.A.) la presencia de vanadio, un metal pesado también tóxico que generalmente se encuentra donde hay arsénico. Los especialistas afirman que los daños pueden manifestarse en los descendientes de los actuales pobladores, proclives a sufrir malformaciones genéticas o síndrome de Down.
Desde que la cuestión se difundió, mucha gente adquiere para su consumo bidones de agua potabilizada. Pero los que no pueden pagarlos, están condenados a seguir ingiriendo ese lento veneno.
Los estudios realizados por el Instituto Nacional de Aguas (INA) han propuesto una salida: construir un acueducto en la zona de Mones Cazón que abastezca de agua potable a la zona. Los vecinos que se movilizaron por este tema reclamaron también que se le quite la concesión a ABSA, que no cumple con las exigencias, y se administre el servicio a través de la comuna o por medio de una cooperativa. Pero el costo de la obra –se estima que el acueducto requeriría de unos 35 millones de pesos- y la negativa del gobierno a devolverle el manejo del agua corriente a los municipios, han hecho hasta ahora imposible alcanzar esta solución.
Las sucesivas gestiones municipales han preferido negar la gravedad de la situación, con la complicidad de los organismos de control. Los vecinos y grupos de concejales de las tres ciudades que se reunieron para reclamar, han sido acusados de "alarmistas". Así, el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, declaró al matutino local "Noticias" que "los análisis de agua realizados desde Salud indicarían que la TRENQUE LAUQUEN9 DE JULIOGRAL. VILLEGASPEHUAJÓC. CASARES
Distritos afectados por el problema:
Pehuajó, Carlos Casares, Nueve de Julio, Trenque Lauquen y General Villegasbeber 16
situación no sería tan grave" y añadió que "mis funcionarios tienen la orden de decirle la verdad a la gente, pero no hay que crear una alarma que sería contraproducente y que a veces no coincide con la realidad". Roberto Ghezzi, uno de los vecinos movilizados, le responde: "La verdad no alarma a la gente. La verdad es única. Si los exámenes dicen que hay arsénico y vanadio, entonces los tenemos. Por más que se lo quiera ocultar, los seguimos ingiriendo. Con la excusa de 'no alarmar' se ha llegado a que unos pocos estén debidamente informados y a la mayoría se la mantenga en la ignorancia".
Según la Organización Mundial de la Salud, la intoxicación por arsénico se produce en un largo período, de entre 5 y 20 años. Está asociada a efectos crónicos como problemas cutáneos, cáncer de piel, vejiga, riñón y pulmón, enfermedades de los vasos sanguíneos, de piernas y de pies.
Los daños a largo plazo son difíciles de rastrear y las autoridades locales aprovechan esta circunstancia para minimizar el problema. "La encargada del área de Salud de la Municipalidad de Pehuajó –cuenta Cristina Frutos- dice que no hay suficientes casos declarados como para traer un toxicólogo a la ciudad. A nadie le extienden un certificado que diga que es el arsénico lo que lo está enfermando". En Carlos Casares, que está a 60 kilómetros de Pehuajó y tiene la mitad de habitantes, ya se han admitido numerosos casos. Pero la Dirección de Salud pehuajense insiste en que "no hay intoxicados por arsénico". María de los Ángeles Ruiz se pregunta: "¿Será que la gente de Casares se ha tomado toda el agua con arsénico? Si nosotros tomamos la misma agua que ellos, ¿cómo puede ser que allá haya una cantidad impresionante de casos y acá seamos solamente dos?".
El suministro de agua corriente a las tres localidades bonaerenses estaba a cargo de AZURIX S.A., cuyo contrato fue rescindido por "incumplimiento del compromiso de mejorar la calidad del agua". Finalmente esa empresa privada le inició juicio a la provincia de Buenos Aires en fueros internacionales y logró un fallo favorable que le otorgó un resarcimiento de 500 millones de dólares. El servicio pasó a estar en manos de ABSA.
En junio de 2006, el Código Alimentario Nacional, de acuerdo con lo aconsejado por la OMS, estableció que el valor máximo de arsénico permitido en el agua potable es de 0,01 miligramos por litro. Se le dio a la empresa un plazo de cinco años para alcanzar los niveles estipulados. Pero lejos de lograrse una reducción, los últimos estudios del agua realizados en Carlos Casares por personal de la Comisión Nacional de Energía Atómica arrojaron un nivel de 0,7 y 0,10 miligramos por litro y presencia de vanadio.
La presión de los vecinos hizo que en mayo de 2005 se planificara una planta de
Las imágenes corresponden a algunos de los diversos tipos de lesiones provocadas por el H.A.C.R.E. (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico), un síndrome que puede manifestarse de 1 a 10 años después de la ingesta de agua contaminada con arsénico. El consumo durante un período prolongado de agua con niveles de arsénico superiores a los 0,05 mg/l trae como consecuencia la aparición de graves lesiones cutáneas y de órganos internos. (www.hidroarsenicismo.com.ar y www.cepis.ops-oms.org)
Un método desarrollado por investigadores platenses
Un grupo de investigadores dependientes de las Facultades de Ciencias Exactas y Ciencias Naturales de la UNLP, CONICET y la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires (CIC), logró desarrollar un método sencillo y de bajo costo para eliminar arsénico de aguas subterráneas con alto riesgo sanitario. El proceso, actualmente en etapa de patentamiento, aparece como una solución posible al serio problema que afecta a numerosas poblaciones de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Santiago del Estero y otras que integran la llanura chaco-pampeana.
Un extenso trabajo de campo permitió obtener diversas materias primas naturales aptas para la retención del arsénico presente en el agua. Se hizo así posible la construcción de equipos capaces de procesar entre 2.000 y 5.000 litros de agua por ciclo de tratamiento de 4 horas, al cabo de las cuales se obtiene agua con menos de diez partes por billón de arsénico (valor inferior al máximo permitido por la OMS).
La investigación se inició en 2004 con un subsidio de la CIC y posteriormente fue financiada por la UNLP. Cuenta también con el apoyo económico de la empresa Monte Rojo S.R.L., que proveyó las materias primas y se hizo cargo de la construcción y el traslado del prototipo hasta la zona de experimentación.
En 2006 las tareas fueron declaradas "de interés provincial" por el voto unánime de los integrantes del Senado bonaerense.
Mientras tanto, en febrero de este año, la CIC y el Ministerio de Infraestructura bonaerense firmaron un convenio para construir un laboratorio que permitirá medir la cantidad de arsénico, en el marco del Programa de Mitigación del Arsénico en Agua en la Provincia de Buenos Aires.17
abatimiento de arsénico en Carlos Casares. La obra fue inaugurada dos veces por los gobiernos nacional y provincial. Pero voceros de ABSA hablan de una inversión de dos millones y medio de pesos que no logró su cometido. Eduardo Bacareza, ingeniero a cargo de los trabajos, declaró al diario "Clarín" que "el hormigón que se usó en las cámaras es de mala calidad y ahora estamos tratando de sellar las pérdidas con un proceso plástico. Si no da resultado, tendremos que volver a construirlas".
Para colmo, en mayo del año pasado, el intendente y numerosos vecinos de Casares denunciaron que esa ineficiente planta de abatimiento de arsénico genera barros residuales altamente tóxicos que están siendo derivados a cursos de agua. El jefe comunal Omar Foglia declaró que "además de no realizar el proceso de decantación del líquido para consumo humano mediante el retiro del arsénico presente, ABSA estaría inyectando fuertes concentraciones de ese metaloide en las napas por no tratar los barros residuales". Los barros con arsénico estarían llegando a la napa y contaminando cursos de agua que son utilizados por los tambos y otras industrias de la zona.
Los ciudadanos que se movilizaron lograron que el estudio realizado por el Instituto Nacional de Agua estableciera que en la zona de Mones Cazón y Zalazar hay una lente de ese vital líquido que es excelente en cuanto a su calidad y suficiente en cuanto a su cantidad. "Pero sería una lástima –dice el pehuajense Roberto Ghezzi- entregarle un acueducto nuevo, valuado en 35 millones de pesos, y el control de la lente de agua, a un organismo como ABSA, que se ha mostrado insensible e irresponsable. El servicio tiene que pasar a manos de una cooperativa o tiene que ser administrado por los propios municipios".
Mientras tanto, el gravísimo problema continúa y, al parecer, se extiende, porque ya hay denuncias provenientes de Trenque Lauquen y General Villegas-
"Hay sólo dos posibilidades, las dos inaceptables –dice María de los Ángeles Ruiz-: o bien la Secretaria de Salud, el intendente, no saben nada, o bien están escondiendo lo que ocurre. Todos los días veo a la gente tomar agua de la canilla. Todos los días entro al colegio de mi hijo y veo que las maestras están preparando la merienda con esa misma agua. En Pehuajó hay una gran mortalidad de gente muy joven por cáncer de pulmón y cáncer de páncreas. ¿Quién puede asegurar que no es por causa del arsénico? Ya son demasiados los que hacen oídos sordos y se niegan a aceptar la realidad".
Cristina Toledo, por su parte, expresa: "En Pehuajó hay muchos casos que no se dan a conocer. Se prefirió cerrar las puertas al tema del arsénico. Nadie vino a mi casa para decirme que tiene el mismo problema y que nos juntemos para luchar. Convoqué gente a la plaza y vinieron cuatro gatos locos. No me siento acompañada por los demás".
Cristina Frutos coincide: "hay muchos chicos o ancianos que están enfermos y no saben de qué. Les dicen que es un virus. A la hija de una amiga mía, de 16 años, se le caen los dientes como si estuviesen apolillados. Los odontólogos ignoran la causa. Ahora le están enfundando la dentadura para evitar que la pierda. Pero cuando esta chica fue a Buenos Aires le dijeron que posiblemente era como consecuencia del arsénico".
Planta abatidora de arsénico que construyó ABSA en Carlos Casares. Costó dos millones y medio de pesos, pero se usó un hormigón "de mala calidad" y tiene pérdidas.
Gentileza diario Noticias de Pehuajó
Tanque de agua corriente, la "copa" de la ciudad de Pehuajó donde funciona la sede de ABSA
 
 

4 comentarios:

  1. Hacerte los análisis de orina. 1 día debes estar prácticamente 24 hs en dieta liviana. Juntar la orina de 24 hs. menos la primera de la mañana va todo el resto del orín en una botella de litro y medio o de 1 litro. Luego la cerrás bien en un lugar oscuro y fresco. A la botella hay que pegarle un papel con los datos personales Nombre y Apellido Documento de Identidad Domicilio Fecha de Nacimiento y edad El costo del análisis sale $ 25 mandándolo a Rosario Al laboratorio de Toxicología Aplicada de Rosario Latoar Dependiente de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas Tel. 0341 3804592/3 Interno 237 mail latoar@fbioyf.unr.edu.ar Preguntar por Analía la Bioquímica Lo estamos enviando por Transporte Arbelaiz Jorge Barrio Arquitectura casa 79 Tel. 02396 409220 Costo del transporte por el bulto tratar de enviar varios $ 40 ida y vuelta.

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  2. ME PARECE INCREIBLE QUE NADIE HICIERA 1 UN COMENTARIO AL RESPERTO DE ESTA PROBLEMATICA QUE PADECE NUESTRO PUEBLO QUE PASA SIEMPRE VAMOS A MIRAR PARA OTRO LADO? , SERA QUE TENEMOS MALA MEMORIA? QUE NO RECORDAMOS A NUESTROS FAMILIARES QUE YA NO ESTAN Y QUE PADECIERON TANTOS AÑOS DE SUFRIMIENTOS Y DOLORES, QUE PASA NO NOS DAMOS CUENTA QUE TEMEMOS HIJOS Y NIETOS. YO DIGO BASTA DE QUE NOS MIENTAN TENEMOS QUE HACER ALGO O NOS CONSUMIRA EL ARSENICO.
    HECTOR

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  3. Está más que comprobado que el agua tiene arsénico etc, etc. Pero También tenemos que hacernos cargo, alguna vez en la vida, que hacemos y las cosas que consumimos, aparte del agua.
    Esta problemática me recuerda a un par de prostitutas que trabajaban en la zona roja de Bs.As. Querían iniciarle juicio al estado, tras haber contraído Sida, a causa de la vida que habían elegido llevar.
    Asi es fácil echarle la culpa al otro, y nunca preguntarse ¿Qué vida de mierda que hice yo?
    En sintesis, tenemos que aprender a mirar más lo propio, aceptar nuestros errores y dejar de buscar plata fácil, porque la plata digna se hace trabajando.

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  4. somo una empresa que se dedica y provee equipos que retiran y eliminan el arsenico ,metales, bacterias etc.etc. del agua y la deja de manera potable y
    apta para el consumo humano sin tener
    que preocuparce mas

    www.aguapurah2o.com.ar
    info@aguapurah2o.com.ar

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